Cambio de imagen de una vieja silla
Nos regalaron esta sillita mis suegros y mi marido solía sentarse en ella cuando era pequeño. Llevaba unos años guardada en su garaje, así que se la quité de las manos como un pequeño proyecto. Eso fue hace algunos años y afortunadamente tomé fotos en el proceso mientras trabajaba en él. No sabía que esto abriría la puerta a muchos otros proyectos en el futuro; fue el primer cambio de imagen de un mueble que intenté y ese día me picó el gusanillo del reciclaje.
Este es el antes. Tenía una pintura roja muy sólida en la capa superior y debajo revelaba una capa azul más antigua.
La pintura estaba tan dura que acabé raspando mucho y también lijando a mano. Lo ideal hubiera sido utilizar una lijadora eléctrica, pero en aquel momento no tenía ninguna y vivía en un apartamento, por lo que no era posible. Lo preparé lo mejor que pude y me aseguré de que quedara un acabado suave para aplicar la nueva pintura.
También había algunos daños en la parte superior del asiento y en la pata.
Tome un poco de masilla para madera y la aplique en las zonas dañadas y la deje secar. Luego lijé la masilla para suavizar el acabado y mezclarlo con la madera antes de pintar.
Repetí esta operación en las otras zonas de la silla hasta que la superficie quedó lisa y lista para pintar.
Aplique dos capas de pintura a la tiza Annie Sloan azul huevo de pato.
Una vez aplicada la pintura a la tiza, decidí que quería un aspecto desgastado y que se viera la pintura blanca por debajo. Obviamente, esto fue una idea tardía y ya era demasiado tarde para aplicar una capa de blanco, así que decidí fingirlo.
Tomé un poco de pintura de tiza blanca y pinté ligeramente sobre la silla en las zonas que estarían naturalmente deterioradas.
Además de este paso, también lijé ligeramente los bordes y las partes que estarían desgastadas de forma natural, pero sólo lo hice un poco, ya que había creado una ilusión de mayor desgaste con la pintura blanca.
Una vez que estuve satisfecho con el aspecto, apliqué una capa de cera transparente, dejé que se secara y pulí con un paño sin pelusas antes de aplicar una segunda capa. Apliqué la cera con una esponja para bebés y volví a pulir bien con el paño sin pelusas después de la segunda capa.
¡El aspecto final! Hoy en día esta silla se encuentra en nuestro pasillo y añade una gran característica en el pequeño espacio que tenemos para una entrada. Es un gran sustituto de un banco para el que no tenemos espacio y perfecto para que la gente se siente y se ponga los zapatos si lo necesita. ¡Estoy muy contenta de haber hecho este pequeño proyecto ya que no sólo ha durado bien el acabado sino que ha abierto la puerta a muchos más proyectos hoy en día!
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~ Rachel ♡
Este proyecto fue traducido del inglés
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