¿A quién no le gusta una buena conejera? A mí me encanta. Me encanta su carácter y su encanto, pero sobre todo su versatilidad. ¿En qué otro lugar puedes exponer tu vajilla fina y tu vegetación y tus macetas de cerámica y tus letreros y tu decoración aleatoria? En ningún sitio.
Cuando nos mudamos a nuestra casa, no podía esperar a encontrar el mueble perfecto. El problema era que mi comedor es más pequeño y sabía que no tendría espacio para un mueble completo y una mesa de comedor.
Busqué y busqué una alternativa y me emocioné cuando encontré unas instrucciones paso a paso que me ayudaron a empezar.
Si te mueres por una conejera, pero tienes poco espacio (como yo), ¡sigue leyendo! Te prometo que tendrás una conejera preciosa en un abrir y cerrar de ojos.