Calabazas de tela

Todos hemos visto esos funkins en Michael's y aunque son totalmente divertidos para tallar yo quería darles un poco de dinamismo.
Tafetán de agua con tallo rizado con joyas
Elegí dos calabazas redondas y una alta para este proyecto y tres piezas de tela. Tafetán Aqua, seda naranja y terciopelo marrón. Utilicé el reverso del tafetán para los tallos. El primer paso fue quitar los tallos, que recorté con una navaja.
Coloqué la calabaza en el centro de la tela y, a continuación, trabajando desde los lados opuestos, cogí un borde, lo llevé al centro y utilicé un alfiler de gancho para asegurarlo empujándolo hacia el funkin. Aquí es donde el dedal es muy útil.
Me aseguré de distribuir con cuidado el volumen de la tela para crear bonitos pliegues que le dieran profundidad y textura. A continuación, recorté todo el exceso de tela alrededor de la abertura donde estaba el tallo. Para coser los nuevos tallos, hice un tubo largo y delgado de tela (tres veces la longitud del alambre) e introduje un trozo de alambre grueso pero flexible en su interior. Hice pliegues en la tela para crear los fruncidos y di forma al alambre para que pareciera una enredadera. Las perchas baratas de la tintorería son perfectas. Dejé que el extremo del alambre saliera del extremo abierto del tubo y lo introduje en el funkin. Giré los extremos de la tela por debajo y lo pegué todo con un poco de pegamento.


Seguí girando y jugando con el tallo/la vid hasta que estuve contenta con el resultado. No había terminado del todo, así que cogí un trozo largo de alambre de joyería, lo enhebré con cuentas y lo enrosqué alrededor del tallo. Cada temporada, cuando las saco, voy al patio a por algunas hojas de otoño y recojo unas cuantas para adornar la parte superior. Mi calabaza marrón lleva un tallo y una enredadera reales de calabaza que se cultivó en el jardín de un vecino. Simplemente, he pegado las hojas con purpurina.

Este proyecto fue traducido del inglés