Reyes Magos de troncos cortados (y etiquetas de regalo de Navidad imprimibles)

por Handan & Greg @ The Navage Patch

1 Hours

Fácil

Desde que era niño, me fascinaba la historia de la Natividad y la Adoración de los Reyes Magos. Solía tomarme las historias al pie de la letra, y me imaginaba que la escena se desarrollaba como en los libros infantiles y en los belenes que veía cada diciembre. Cuando crecí, comprendí que los acontecimientos representados en esos libros y escenas no sucedieron literalmente como tales. El nacimiento de Jesús fue un acontecimiento. No hay duda de que ocurrió, aunque el momento y el lugar exactos son objeto de debate. La visita de los reyes, si es que ocurrió, está escrito que ocurrió entre seis días y dos años después. También se cuestiona el número de reyes. Algunas sectas cristianas, especialmente las de Oriente Medio, hablan de doce reyes que visitaron al niño. Seis días, dos años, doce reyes, tres reyes... me da igual. Me ha cautivado, y me sigue cautivando, el momento mágico y los recuerdos que evoca. En esta temporada de villancicos ininterrumpidos, los que más me gustan siempre son los que se cantan sobre el Nacimiento y la Adoración. Este año, quería hacer una cosita que rindiera homenaje a esos sentimientos infantiles de asombro y maravilla. También quería que fuera rápido y sencillo. Hace poco vi una imagen de una cara de Papá Noel pintada en el corte angular de un pequeño tronco. Se me ocurrió hacer algo parecido con tres troncos y convertirlos en los Tres Reyes Magos. Se colocarían alrededor de una pequeña sección de tronco con un agujero circular. Una pequeña vela de té que saliera del agujero representaría al niño Cristo.

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Fui a la pila de troncos que había fuera y elegí algunos posibles candidatos. Eran de arce, pero cualquier madera servía.

Los corté a la altura que quería y les di un ángulo a sus caras.

Utilicé una pequeña selección de pinturas artesanales de Handan: verde, rojo, negro, blanco, plateado y dorado. Mantuve los trazos sencillos para captar el éxtasis de la Adoración y la pura alegría de las Navidades de mi infancia.

Cuando terminé de pintar, taladré un agujero poco profundo en el tronco de la creche que serviría para colocar la vela de té. El resultado es sencillo y conmovedor.