Cartel de la Línea Azul

Utilicé un montón de restos de madera que tenía y decidí hacer dos por si se me estropeaba uno.

Primero decidí el tamaño que quería que tuvieran los carteles y corté mis listones de madera a la medida. Esta parte es completamente personalizable dependiendo de dónde quieras colgar el cartel. Utilicé madera vieja de desecho que estaba torcida, arqueada y alabeada, y tuve que cepillarla e igualarla. (Una forma más fácil sería simplemente rasgar y cortar bonitas tablas de pino rectas al tamaño deseado, pero yo quería utilizar lo que tenía).

Una vez dispuestas las tiras, utilicé un cepillo de mano para hacer una ranura en forma de V en cada lado, de modo que sobresalieran un poco más una vez que estuvieran pegadas. Si te saltas este paso, será más difícil ver las tablas individuales una vez que estén pegadas.

Siguiente paso: ¡pegar y sujetar! Asegúrate de que los tablones están bien colocados y planos.

Una vez que el pegamento se haya secado (yo suelo dejar pasar una hora más o menos), ¡es hora de teñir! Utilicé una mezcla de tintes antiguos para conseguir un aspecto desgastado y en capas.

Una vez que el tinte esté seco, puedes pintar tu línea azul fina. Utilicé pintura acrílica normal para este paso y quedó tal como lo había imaginado.

El último paso fue pintar a mano las letras, ¡con lo que claramente necesito un poco más de práctica! Encontré algunos tipos de letra que me gustaban en Internet y los escribí ligeramente a lápiz. Hay otras formas de hacerlo. Tal vez la creación de una plantilla o de letras de vinilo personalizadas también funcionaría, pero yo decidí probar a mano alzada. Al final estoy contenta con el resultado y sé que significan algo muy especial para mí y mi familia.

Uno de ellos se colgará encima de la puerta de casa y el otro será un regalo para un amigo muy querido que también trabaja en las fuerzas del orden. Las posibilidades de estos carteles hechos a mano son infinitas y me encantaría saber qué tipo de cartel harías tú.