Exponga sus recuerdos, coloque en capas sus recuerdos de viaje y dé a las reliquias familiares un lugar de honor: aprenda a dar estilo a su hogar con una decoración sentimental.
Como sureños, es innegable nuestra predilección por la decoración sentimental, ya sean recuerdos de la infancia, de viajes o reliquias antiguas transmitidas de generación en generación. Estos tesoros cuentan nuestras historias. Forman el tejido de nuestros hogares y nos conectan con los miembros de la familia que ya no están y con los recuerdos que ya se han creado. Qué puedo decir, aquí nos gusta la nostalgia.
Seguro que hemos oído hablar del minimalismo danés y puede que incluso hayamos pensado que unos cuantos quitapolvos menos suenan bien. Algunos de nosotros, los aventureros, incluso probamos el método KonMari... con un éxito limitado (juro que todo lo que recogí prácticamente me cantó). Pero desordenar hasta ese extremo para un sureño es como cortarse un brazo: ¡no va a suceder! Pero eso no significa que queramos que nuestros objetos de recuerdo acaparen nuestras casas o se parezcan a un episodio de "Acaparadores". ¡Cielos, no! Los vecinos hablarían.
El dilema es: ¿cómo decorar con estas reliquias y recuerdos, crear ese codiciado aspecto en capas y lograr una estética contemporánea?
Yo aplico tres consejos de decoración para dar estilo a mi casa con la decoración sentimental: