Espejo de pared vintage

Recientemente he creado una pared de galería en nuestro comedor con espejos antiguos y vintage.
Tenemos una gran extensión de pared que nunca parecía estar bien ocupada. Cada vez que se nos ocurrían ideas, siempre volvíamos a añadir un mueble al espacio y entonces me quedaba estancada. Más muebles no eran realmente una necesidad, además pensé que añadir algo más crearía más desorden (y definitivamente no quería eso).
El otro factor era que cualquier cosa que hiciéramos tenía que tener una fuerte presencia, ya que nuestro salón está abierto al comedor y cuando estás sentado en el sofá esta pared es tu principal vista.
Empecé por coger todos los espejos extra, que no estaban en uso, que tenía almacenados (además de los dos que ya estaban en el comedor). También tenía un par de espejos en el garaje que me habían sobrado de las cómodas que había vendido. Luego, fui a la tienda de segunda mano y compré dos más (uno de ellos es ese impresionante espejo central de color aguamarina).
Este proyecto me llevó dos días completos. El primero lo pasé reuniendo los espejos, determinando la disposición (que me llevó una eternidad) y colgándolos.
El segundo día lo pasé pintando. Quería tener todo colgado antes de pintar para poder tener una mejor idea de cómo quería variar los colores.
En total, acabé pintando cinco de los espejos. Tres de ellos se pintaron en blanco/crema y dos en aguamarina/azul. Me encantó el espejo ovalado de color turquesa y pensé que sería genial para inyectar más color en toda la galería. El gran espejo central es un color personalizado que mezclé yo misma y creo que combina perfectamente con la sensación colonial del espejo.