Almohada de bricolaje con la manta militar antigua de mi padre

$4.00
2 Hours
Fácil
Antes de que alguien se vuelva loco porque esté cortando una manta de lana vintage, dejadme que os cuente primero las razones por las que lo hago...
Mi padre, fue mi primer héroe y él estaba en el ejército, eso me hace un mocoso militar y hoy soy una esposa militar muy orgullosa. Recuerdo mantas como esta en mi juventud y tengo algunas del señor Mans en mi propio armario de ropa blanca.


Atesoro mis recuerdos de papá usando y teniendo estas pesadas mantas grises de lana, desde el principio de mi época. Una vez le pregunté a mamá si le importaba que las tuviera, y me las dio con mucho gusto, diciendo: "han estado guardadas en ese armario de la ropa blanca desde que tu padre dejó de hacer ejercicio". Eso fue hace más de 35 años. Había dos mantas y una de ellas estaba manchada y no se limpiaba con un buen lavado a la antigua. Cuando las llevé a casa no tenía ni idea de lo que iba a hacer con ellas, no hasta que empezaron las Navidades.
Una tarde estaba de compras y entré en Pier 1, mientras miraba todas las bonitas piezas de esa tienda, vi algunos adornos de mesa, manteles individuales de fieltro... la idea surgió de inmediato. Este bonito copo de nieve iba a estar en mi cojín de lana. Toda la decoración navideña tenía un 20% de descuento, así que el precio de 4 dólares no me importó. Compré un mantel individual y me emocioné al probar mi idea.
Utilicé una forma de almohada que compré en Ikea y medí la manta de lana para que encajara en la forma.
Hice un cojín cuadrado MUY sencillo con una abertura en forma de sobre en la parte trasera del cojín y, esa abertura se cierra con velcro. Más fácil imposible.
Cuando la almohada sencilla estaba hecha, planché mi mantel individual de copos de nieve en una cinta de doble cara infundida. Dejé que se enfriara y utilicé mi cuchillo X-acto para recortar las telas sobrantes del copo de nieve. Una vez recortado y bonito, quité el papel de soporte y lo planché en el sobre de almohada recién hecho. Cubrí el copo con un paño de cocina y lo transferí a la lana. Listo y listo...
Aquí está la almohada terminada, colocada en nuestro banco del porche. ¡Me encanta cómo ha quedado! Este pequeño cojín saldrá cada Navidad y ocupará un lugar de honor, papá ya no está con nosotros pero todos mis recuerdos y las cosas que eran suyas me rodean, ¡será tan reconfortante y tan especial!

Este proyecto fue traducido del inglés