Compré esta dulce joya en una pequeña y oscura tienda de segunda mano. La tienda estaba engalanada para la Navidad con todo tipo de artículos navideños. Pero al fondo, en un rincón, vi este pequeño bebé. Estaba oxidada y torcida por el desgaste de los años. Pero sabía que había estado esperando por mí.
Empecé el proceso de restauración inmediatamente. Como había mucho óxido, tuve que lijar la pieza con papel de lija de grano fino. Tras el lijado, la limpié con un paño húmedo y la dejé secar.