Cómo reutilizar una botella de cerveza en un dispensador de jabón
El dispensador de jabón viene con una etiqueta pegada. O la dejas puesta, para promocionar el producto de alguna empresa, o la quitas y tienes un frasco pegado para la eternidad. Comprar un dispensador adecuado no es una opción cuando se vive con un presupuesto, ¡así que hice uno!
Este fue nuestro dispensador de jabón durante los dos últimos meses: jabón de lavanda en un recipiente de plástico con un logotipo algo grande en la parte delantera. No me gustaba demasiado.
Hace unas noches, tuvimos unos amigos en casa para una "sesión de estudio". Después, sólo quedaron botellas y platos vacíos.
Decidí reutilizar una de las botellas y reciclar el resto.
La dejé con jabón para platos y la llené de agua durante toda la noche, por la mañana ya no olía a cerveza y estaba lista para usar.
Medí el diámetro del tapón de la botella y fui a la tienda con una regla para encontrar una tapa de dispensador de sopa que encajara. También recordé que las botellas de cerveza contienen 330 ml, así que quería comprar una botella de jabón que contuviera más o menos la misma cantidad.
Inicialmente, buscaba un jabón de color naranja. Una vez en la tienda, pensé que se parecería demasiado al auténtico y que no sería tan higiénico como el jabón blanco.
Obviamente, el tubo era más corto. Tuve que quitar el tubo (o manguera) de una de mis botellas de agua y pegarlo a ella. No hacía falta pegamento, sólo un poco de fuerza.
Comprobé la altura y era demasiado alta. Con un cuchillo, corté el borde, al bies. Comprobé si encajaba antes de llenar el dispensador con jabón.
Comencé a llenar la botella. Probé el mecanismo para ver si funcionaba bien antes de llenarlo todo.
Enrosqué el tapón.
No encajaba perfectamente, pero con un poco de presión, ¡funcionó!
Todo listo.
Este proyecto fue traducido del inglés
