Convertir los recortes de la encimera en tablas de cortar

Estos son los cortes que voy a utilizar para hacer una tabla de cortar y una tabla de servir. Son de una encimera de cocina de roble de 42 mm de grosor. Como puedes ver, una de las piezas está bastante deformada. Sin embargo, la forma en que la corte más tarde lo solucionará.

Utilicé un cepillo de mano para aplanar los lados que se van a pegar. Esto crea una buena unión con pegamento. Las dos piezas se unen con abrazaderas. De este modo obtengo un tablero de aproximadamente 40 cm x 25 cm.

Mientras el pegamento se seca en la tabla de cortar, puedo dedicar mi atención a la tabla alabeada. La llevé a la sierra de cinta y la corté en trozos. El tamaño de los trozos no es crucial pero los mantuve bastante pequeños para poder eliminar el alabeo que había en la tabla. También me permitirá cambiar la dirección de la veta para que corra a lo largo de la tabla en lugar de correr a lo ancho como lo hace ahora.

La pieza más larga es la más adecuada para ser una tabla de cortar, ya que tiene la veta a lo largo y es bonita y plana. He cortado dos piezas con la ingletadora. Yo elegí una de 40 cm de longitud, pero trabaja con el material que tengas y córtalo a la medida que te convenga.

Las piezas se pegan y se sujetan entre sí y se dejan secar.

Una vez que las dos tablas estaban secas, podía cortarlas a la medida en la sierra de cinta. Las tablas de corte son sencillas y tienen bordes rectos.

Las piezas son bastante gruesas para una tabla de servir, así que utilicé la sierra de cinta para volver a serrarlas por la mitad. Como se puede ver, la orientación de la veta se ve mucho mejor en esta dirección. El problema es que las juntas de los extremos no son muy fuertes cuando se pegan, así que escaloné las piezas en un patrón de pared de ladrillo. Esto asegurará que haya una junta de encolado de grano largo a través de donde se encuentra el grano final.

Quería que la tabla de servir tuviera un aspecto más natural, así que dibujé algunas curvas aproximadas. Con la hoja de sierra más grande todavía instalada en la sierra de cinta, corté las curvas. Como la hoja es ancha, se resiste a cortar las curvas, lo que tiene un gran efecto de hacer las curvas más sutiles y de aspecto natural.

Para terminar de darle forma, llevé la tabla a la lijadora de banda y alisé todas las curvas y bordes. También lijé una ranura para sujetar el pulgar e hice esa esquina ligeramente más fina para que fuera más fácil de coger.

Pensé que a la tabla de cortar le vendrían bien unas sujeciones para las manos, así que con una broca de cala en la fresadora y una regla sujeta a ella, tallé una sujeción para las manos en el centro de los dos lados más cortos.

La última cosa que hice a la tabla de cortar fue suavizar todos los bordes con una broca de chaflán en la fresadora.

Para el acabado utilicé aceite de carnicero. Este es un acabado seguro para los alimentos. Le di 3 capas de aceite. También hay que rellenarlas regularmente con más aceite.

Aquí están las tablas terminadas. Espero que os gusten. Si tienes algunos recortes de la encimera de la cocina, ¡pruébalo!