Cuchara Personalizada Fácil

¿Has visto todas esas tazas con Sharpie que hay por ahí? Pues bien, cuando decidimos hacer un tema de Sharpie para nuestro último Reto Mensual de Bricolaje, esas tazas me inspiraron para probar una técnica similar en otra cosa... ¡un reposacucharas! Me costó mucho encontrar un reposacucharas que se ajustara a mis gustos. Quería algo simple, pero no totalmente sencillo. Así que decidí probar a personalizar uno yo misma con algo de texto, pero también se puede utilizar este método para añadir color, dibujos y otros diseños. Sharpie ofrece montones de colores, así que las opciones son infinitas.
Si no estás familiarizado con nuestro Reto Mensual de Bricolaje, cada mes mis amigos y yo elegimos un tema o artículo del reto, y cada uno de nosotros ideamos nuestra propia forma creativa de utilizarlo. Podemos hacer una manualidad, un artículo de decoración para el hogar, reciclar algo, ¡lo que nuestras mentes creativas deseen! Es muy divertido, y me encantaría que nos siguieras aquí.
Primero, reuní mis materiales. Pedí este reposacucharas de cerámica blanca (afiliado), y compré un bolígrafo Sharpie y un marcador de pintura Sharpie a base de aceite. Luego utilicé bolas de algodón para limpiar el reposacucharas con alcohol antes de empezar. Es importante eliminar los aceites de los dedos, así como la suciedad y el polvo.
Después de imprimir el texto deseado, utilicé el rotulador Sharpie para transferirlo al soporte de la cuchara. Mantuve el rotulador en su lugar durante unos segundos punteando a lo largo del texto. Este método te permitirá transferir cualquier tipo de letra que desees. Yo sólo quería una fuente sencilla con un estilo de granja.
A continuación, tracé los puntos transferidos con un rotulador Sharpie de punta fina a base de aceite en color negro. Puedes elegir cualquier color que desees. Ve despacio y con cuidado para que no se te acumule la pintura en un punto y se cree un desastre.
El último paso es curar tu proyecto para que sea apto para el lavavajillas. Yo coloqué mi reposacabezas en un horno a 250 grados durante dos horas. El objetivo es hacerlo lentamente. Calentar a baja temperatura durante un largo periodo de tiempo.
Y ya está. Probablemente uno de los proyectos más fáciles que he hecho. Ahora tenemos un reposacucharas apto para el lavavajillas que encaja perfectamente con la decoración de nuestra cocina. Voy a colocar éste en nuestra nueva barra de café para evitar que la crema y el azúcar se peguen por toda la encimera.


Si buscas más ideas de proyectos con Sharpie. Puedes encontrar otros nueve DIY con Sharpie en el enlace de mi blog al final de esta entrada.

Este proyecto fue traducido del inglés