Me ofrecieron estas lámparas y, para ser sincera, casi dije que no. Afortunadamente, mi cerebro de bricolaje se hizo cargo y pude ver el potencial.
Me encantó el detalle y tenía un lugar en mente para usarlas. Tenían la típica pantalla de lámpara de estilo vintage, así que las quité y les di un buen lavado para quitarles el polvo y la grasa.