La pequeña escalera que pudo
Os enseño la escalerita que encontré en un montón de basura. Así es, no tengo vergüenza... ¡y me alegro mucho, porque me encanta cómo ha quedado!
Así es como la encontré:
Sucio y desvencijado son las mejores palabras para describirlo.
Alguien trató de estabilizarlo con clavos. ¡No hace falta decir que no funcionó!
Tenía cortes, abolladuras y goteos de pintura por todas partes, ¡y era GRATIS! Mi marido pensó que me había vuelto loca!
El primer paso fue lavarlo con agua y jabón.
Después del baño, lo único que hice para prepararla fue volver a clavar los clavos para que no se engancharan. Como nunca se va a utilizar como escalera, no me preocupaba estabilizarla y quería poder volver a plegarla cuando la guardara para el invierno.
Cogí restos de pintura de tiza blanca, la diluí al 50% y le di dos capas de pintura.
En cuanto se secó, saqué el papel de lija y quedó así:
Los remaches y los clavos también se desgastaron.
Después de un par de capas de sellador transparente en spray, ¡la pequeña escalera estaba lista!
Encontré un par de plantas de petunia sobrantes en el vivero por un dólar cada una y cogí dos macetas en la tienda de todo a un dólar. 4 dólares más tarde, la escalera estaba "estilizada" y en el porche delantero.
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Este proyecto fue traducido del inglés
