Reciclaje de una caja de basura de plástico

Lo primero que había que hacer era añadir un drenaje en el fondo de la caja perforando cinco agujeros.

Ahora tenía que encontrar una forma de disimular su fealdad. Tenía a mano unos cuantos sacos de café de arpillera usados. Uno de ellos me vendría muy bien.

Como quería guardar los sacos más atractivos para otros proyectos, elegí uno con letras sencillas y llamativas.

Corté la tela a la medida que necesitaba, dejando una generosa cantidad de tela sobrante para poder colocar la letra gráfica exactamente donde quería que fuera

A continuación, envolví la arpillera alrededor de la caja y la sujeté con alfileres para coserla. Fijé la arpillera para que quedara bien ajustada a la parte superior de la caja, pero quería que la parte inferior quedara un poco holgada, como un saco de arpillera.

En la parte inferior, junté y cosí la tela en cada esquina.

La tela envolvería el fondo de la caja un par de centímetros por cada lado.

¿Por qué no cubrí todo el fondo con arpillera? Porque el agua sucia que escurre de la caja ensuciaría la arpillera.

Hice un dobladillo en el borde superior de la arpillera para evitar que se deshiciera, y luego doblé la arpillera en la parte superior de la caja. Como había cosido la parte superior para que quedara bien ajustada, este doblez es todo lo que se necesita para evitar que la tela se deslice hacia abajo.

Para darle un aspecto más interesante, he colocado las letras en vertical en lugar de en horizontal.

Las letras van en línea recta en sentido vertical, pero confieso que no tuve mucho cuidado de que los cortes y las costuras estuvieran rectos. Sin duda, este es el proyecto de costura más chapucero que ha salido de mi cuarto de costura, pero como se supone que tiene que parecer un saco de arpillera desgarbado, eso ni siquiera importa.

Los plantones de calabaza parecen felices en su nuevo hogar. Y la arpillera no se limita a ser bonita: también ayudará a proteger el plástico negro del caluroso sol del verano, con lo que se espera que la tierra y las raíces de las plantas no se sobrecalienten.

Pero, ¿qué aspecto tendrá la arpillera una vez que se vea afectada por las inclemencias del tiempo? Lo averigüé casi de inmediato: la misma noche después de colocar el contenedor en el jardín, se desató la lluvia y el viento.

A la mañana siguiente, la lluvia había cesado y la arpillera se estaba secando rápidamente.

Ese mismo día, cuando salió el sol, las plantas y la arpillera se habían recuperado por completo. Pero no me engaño: Al final de la temporada, la arpillera probablemente tendrá un aspecto muy rústico.

Como tenía todos los materiales a mano, este proyecto no me costó nada. Pero estimo el costo en unos generosos 20 dólares para alguien que necesite comprar una caja de plástico usada y un saco de café de arpillera usado.

Si has visto mi reciente post, en el que transformé un saco de café de arpillera en una funda de cojín, probablemente pienses que me he convertido en un poni de un solo truco.

Pero es que la arpillera puede servir para muchas cosas, e incluso para resolver problemas como el que tuve con estos plantones de calabaza, o cuando necesité unas persianasbaratas y ligeras para mi invernadero.