Banco para macetas con puerta recuperada
por
Heidi
Nuestra vecina es una ávida jardinera y estaba cansada de tener que poner sus plantas en el suelo. Se nos ocurrió una solución económica para su problema, ¡y sólo costó 15 dólares!
Esta vieja puerta nos la regaló un amigo, sin coste alguno, porque la parte inferior de la puerta estaba deformada y dañada.
Cortamos unos centímetros del extremo para eliminar las partes podridas y utilizamos una abrazadera y cola para madera para volver a unir la puerta donde los paneles habían empezado a aflojarse.
Fijamos cáncamos al cobertizo y a la puerta y utilizamos tramos de cadena para sujetar la puerta.
Las bisagras permiten que la puerta se pliegue para cerrar el cobertizo cuando no se necesita el "banco de macetas".
Con el banco plegado, hay mucho espacio para que nuestra vecina pueda llegar a su pila de abono, que está enfrente del banco para macetas.
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Este proyecto fue traducido del inglés
