Maceta con reserva de agua y lucha contra babosas y caracoles

Con un poco de material, puedes hacer este proyecto para eliminar caracoles y babosas de forma amigable, y crear una reserva de agua para las plantas, todo con materiales reciclados (¡y realmente funciona!).
Necesitas :


2 macetas, una con agujeros en el fondo y otra sin agujeros


Lana, algodón o trozos de tela (camiseta vieja, por ejemplo)


Tijeras


Una tapa de plástico para tartas reutilizada (el diámetro debe ajustarse a la maceta


sin agujeros)


Una piedra plana
Coloca la piedra plana en la primera maceta y llénala de agua hasta la superficie de la piedra, pero nunca por encima de ella.
Corta cuatro o cinco tiras de la tela de unos 15 cm. y mételas por los agujeros de la segunda maceta: la mitad por dentro y la otra por fuera del agua (véase la imagen de abajo).
Llena la jardinera hasta la mitad con tierra y trata de mantener las tiras en el centro.
Llena el resto de la maceta con tu planta y más tierra.
Dibuja un círculo desde la base de la segunda maceta en la tapa de plástico de la tarta y recórtalo. Abrocha la tapa alrededor de la segunda maceta.
Ahora coloca la segunda maceta sobre la piedra de la primera (como se ve en la foto de abajo). Coloca la tapa alrededor del borde de la primera maceta.
Ya está lista tu carísima maceta. Este truco es genial para evitar que tu planta se riegue en exceso y para evitar que los invitados no deseados se metan dentro y suban tu hermosa planta. Pero, por favor, capta y libera en la naturaleza.


Siempre puedes ver el nivel del agua y rellenar pero solo hasta la piedra!


Le deseo éxito!!

Este proyecto fue traducido del inglés

Preguntas frecuentes
¿Tienes una pregunta sobre este proyecto?
  2 preguntas
  • Cheryl Cheryl en May 21, 2016
    ¿Cómo los mantiene alejados?
  • Debbi Pond Hamilton Debbi Pond Hamilton en Sep 02, 2017

    Tengo curiosidad, ¿qué lleva a estos indeseables invitados a tus parterres? Yo no tengo, pero mi BFF que vive dos calles más allá las tiene. Mi madre siempre tenía babosas en sus parterres, así que automáticamente asumí que todo el mundo las tenía.