Por Alexa Erickson
Los peligros del rotulador permanente son muchos. A pesar de ser una buena forma de etiquetar algo de forma efectiva, el rotulador permanente puede ser sucio, manchado y antiestético. Cuando un artículo, como un recipiente de plástico para alimentos, se etiqueta con un rotulador permanente para reivindicar a su propietario o el contenido que contiene, puede parecer que ese recipiente está atado para siempre a su etiqueta.
La buena noticia es que, a pesar de su nombre, el rotulador permanente no es totalmente permanente. Con un poco de conocimiento, puedes aprender a quitar el marcador permanente del plástico y devolver el artículo a su estado original de limpieza.