Desinfecte los cinco lugares más sucios de su casa

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por BrightNest
¿POR QUÉ HACER ESTO?
Cuando piensa en los gérmenes del hogar, probablemente se imagina los asientos de los inodoros y los cubos de basura, ¿verdad? Pues bien, resulta que hay hasta 200 veces más bacterias fecales en la tabla de cortar media que en tu trono de porcelana. ¡Yikes! Aquí están las mejores estrategias de desinfección para cinco áreas de gérmenes poco conocidas.
CÓMO:


Nota: Si desea utilizar un desinfectante no tóxico para abordar estas áreas, ¡es fácil de hacer por su cuenta! Pruebe esta sencilla receta de desinfectante DIY.


1. Tablas de cortar.


El último lugar en el que quieres una carga de bacterias es en la superficie que utilizas para preparar las verduras y la carne. Dependiendo del material, limpiar la tabla de cortar puede ser tan fácil como meterla en el lavavajillas. Sin embargo, otras superficies (como el bambú) tienen necesidades especiales. Para conocer los detalles de las diferentes superficies, lea: El cuidado de las tablas de cortar.


2. Esponjas.


Las esponjas son muy buenas para limpiar las encimeras, pero son increíbles para cultivar bacterias. Piénsalo. Las esponjas son superficies calientes y húmedas que pasan todo el día en contacto con trozos de comida y suciedad. Eso es básicamente Disneylandia si se trata de bacterias coliformes. La mejor manera de mantener tus esponjas libres de gérmenes es calentarlas en el microondas durante dos minutos a alta potencia una o dos veces por semana. Para más consejos sobre esponjas, lee: Mantenga las esponjas limpias.


3. Grifo de la cocina.


A ver si te suena: estás cocinando una pechuga de pollo para la cena. Pones el pollo crudo en la sartén. Luego abres el fregadero, te lavas las manos con jabón y sigues con la tarea de cenar. Parece que está bien, ¿verdad? Pues no. El grifo se ha llenado de restos de pollo crudo al abrirlo, pero nunca se ha limpiado. Situaciones como ésta pueden convertir el grifo de su cocina en una auténtica fábrica de bacterias. Para evitarlo, asegúrate de limpiar y desinfectar el fregadero de la cocina una vez a la semana, prestando especial atención al grifo.


4. Cepillos de dientes.


Tu boca no es un lugar limpio. Ni mucho menos. Pero hay un peligro más oscuro que acecha a tu cepillo de dientes: el inodoro. Puede parecer imposible, pero la bacteria E. coli de tu inodoro puede saltar a tu cepillo de dientes, si se mantienen cerca. Así pues, deja que el cepillo de dientes y el inodoro tengan una zona de amortiguación. No tienen por qué ser amigos. Tampoco te cortes a la hora de comprar nuevos cepillos de dientes. Puedes limpiar un montón de sitios con los viejos.


5. Toallas.


No es muy agradable pensar en ello, pero cada vez que usas una toalla de baño o de mano, las células de la piel se desprenden de tu cuerpo y se pegan a la tela. Estas células se convierten en alimento para las bacterias, que prosperan en ambientes húmedos. Esto puede ser muy peligroso porque esas bacterias pueden volver a tu cuerpo y provocar cosas como infecciones por estafilococos en tu piel. Para limpiar las toallas, lávalas con agua caliente al menos una vez a la semana.


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Este proyecto fue traducido del inglés