Guirnalda de San Valentín en un molde para tartas

Todo lo que necesitas es un molde con forma de corazón, cartulina o papel grueso, cuerda, cinta, cuentas, hilo o cordel, cinta adhesiva doble, pegamento caliente, aguja, tijeras y unas letras adhesivas. En realidad, puedes dibujar las letras si quieres.

Recorta unos cuantos corazones para que las letras formen la guirnalda que cuelga debajo del molde. Los míos medían unos 5 cm de alto porque las letras adhesivas que compré medían unos 5 cm. Utiliza una perforadora o simplemente clava la aguja y el hilo a través de los corazones de papel. Para que queden de frente, pásalos dos veces. Después de la primera, añade un par de cuentas en medio y anuda el hilo para mantenerlos en su sitio. Haz la guirnalda tan larga como quieras.

Una vez hecha la guirnalda, medí y corté la cinta que iría alrededor del molde para darle más belleza. Pégala al molde con cinta adhesiva de doble cara. A continuación, corté un trozo de cordel y lo pegué con pegamento caliente en la parte superior de la parte trasera del molde. Esto servirá para colgarlo y el pegamento no se verá ya que está en la parte trasera. A continuación, pega en caliente lo que elijas para colgar dentro del molde. Yo elegí un corazón galvanizado, pero añadí un poco de papel sobrante para darle más color. Puedes colgar casi cualquier cosa que quieras. ¿Qué tal una tarjeta de San Valentín de época o una foto tuya con tu pareja? Hay muchas opciones.

Después de pegar el corazón galvanizado en el interior, coloqué toda la corona en un marco vacío. Es tan ligera que sólo necesitas un pequeño clavo. Y pegué la guirnalda a la parte trasera del marco. ¡Quedó muy bonito! Para ver todos los detalles, visita el post en mi blog.

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