Cómo hacer una compresa caliente para cuando necesites alivio

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por How-To Guides

Por Judy Schumer


Sobre todo en invierno, no hay nada como el confort de una compresa caliente. Ya sea para aliviar el dolor muscular, reducir la congestión, calmar los calambres mensuales, calmar los ojos inflamados o simplemente para entrar en calor después de sentir que los vientos helados del invierno se cuelan en los huesos, una compresa caliente aporta mucho alivio.


Siempre es bueno tener una compresa caliente a mano, y aunque existen todo tipo de almohadillas térmicas, puedes hacer una propia, económica y eficaz, con elementos cotidianos que probablemente tengas en casa. Sólo asegúrate de utilizar siempre cualquier tipo de tratamiento para las lesiones o el dolor bajo el cuidado de un médico; ellos te aconsejarán el curso de acción correcto para que te sientas mejor.


Aprende a hacer una compresa caliente, ya sea húmeda o seca, reuniendo unos pocos suministros y siguiendo los sencillos pasos que se indican a continuación.

mujer presionando una compresa caliente en el cuello

Foto vía Shutterstock


Cómo hacer una compresa tibia húmeda

Una compresa tibia húmeda aprovecha los beneficios del vapor para aliviar los músculos doloridos y reducir la inflamación. Hacer una compresa húmeda en casa es muy sencillo y es una herramienta frugal de primeros auxilios imprescindible. Todo comienza con una franela, que puede reutilizarse a partir de una camisa o un pijama viejo y limpio.

Herramientas y materiales necesarios

  • Agua caliente (100-110 grados Fahrenheit)
  • Tazón grande
  • 2 cuadrados grandes de franela, de unas 12x12 pulgadas
  • Pinzas
  • Bolsa Ziploc para microondas de medio galón a un galón
  • Manoplas para el horno (si es necesario)


Paso 1: Mojar los dos paños

Coloque el agua caliente en un recipiente grande. Utilice las pinzas para mojar ambos trozos de franela de manera que queden empapados.


Paso 2: Calentar la franela

Dobla un trozo de franela por la mitad y de nuevo por la mitad y colócalo en la bolsa de plástico, pero no la selles. Coloque la bolsa en un plato de papel o apto para microondas.

Coloca la bolsa con el cuadrado de franela en el microondas. Calienta en el microondas a potencia alta durante unos 60 segundos. Si no se siente lo suficientemente caliente al tacto, calienta en el microondas durante 30 segundos más.


¿Son las bolsas de plástico seguras para el microondas?

Según Ziploc, sus productos cumplen los requisitos de seguridad de la FDA cuando se trata de descongelar y recalentar alimentos en el microondas.


Paso 3: Retirar la bolsa de vapor

Retira con cuidado el plato del microondas. El vapor que sale de la bolsa estará muy caliente, así que evite el contacto directo con el vapor. Utilice guantes de cocina si es necesario.


Paso 4: Sellar la bolsa

Deje que salga el aire de la bolsa y luego séllela, utilizando los guantes de cocina o un paño de cocina para cubrirse las manos y evitar que el vapor le queme las manos.


Paso 5: Envolver la bolsa al vapor

Coloque la segunda pieza de franela en posición horizontal y ponga encima la bolsa llena de vapor que contiene la primera pieza de franela, cerca del borde de la tela. Enrolle la franela alrededor de la bolsa, como un rollo de gelatina, envolviendo la bolsa caliente dentro de la pieza de franela caliente y húmeda. Doble los extremos abiertos para que la franela exterior cubra completamente la bolsa.


Paso 6: Colocar la compresa húmeda y caliente

Ahora tienes una compresa caliente y húmeda para colocarla donde la necesites.

compresa caliente con calcetín atado

Foto vía The Homesteadinghippy


Cómo hacer una compresa seca y caliente

Una compresa seca y cálida proporciona calor seco a los músculos doloridos o el calor necesario cuando estás ahuyentando el frío otorgado por el viejo invierno o sentado en las gradas de metal en un partido de fútbol. Una compresa seca hecha con arroz doméstico ordinario es portátil y reutilizable, y no supone ningún problema.

Herramientas y materiales necesarios:

  • Arroz seco sin cocer (suficiente para llenar el calcetín)
  • Calcetín de tubolimpio
  • ½ cucharadita de canela (opcional)
  • Aguja e hilo (opcional)
  • Tira larga de franela limpia y seca (dos veces el ancho y el largo del calcetín)
  • 2 bandas elásticas o lazos para el pelo


Paso 1: Llenar el calcetín

Vierta suficiente arroz en el calcetín para llenarlo aproximadamente a ¾ de su capacidad. Si quieres que tu compresa tenga un aroma cálido y especiado, vierte el arroz en el calcetín, espolvoreando canela en él cuando el calcetín esté aproximadamente ¼ y ½ de su capacidad, con una pequeña cantidad espolvoreada en la parte superior del arroz cuando termines de llenar el calcetín.


Paso 2: Sellar el calcetín

Haz un nudo en la parte superior del calcetín para sellarlo o cose una simple costura a lo largo de la parte superior para conseguir una compresión aún más segura. Deje uno o dos centímetros de espacio entre la costura y la parte superior del arroz para que éste se pueda amoldar libremente a su cuerpo cuando se aplique la compresa.


Paso 3: Calentar el arroz

Coloque la compresa rellena de arroz en el microondas. Caliéntelo a temperatura alta durante 45 segundos. Toca la bolsa de arroz para comprobar que está al nivel de calor deseado; calienta en el microondas durante 20 segundos más si es necesario. El arroz debe estar lo suficientemente caliente como para proporcionar un alivio calmante, pero no lo suficientemente caliente como para causar quemaduras.


Paso 4: Cubrir la bolsa de arroz caliente

Coloque la pieza de franela en posición horizontal. Coloque la bolsa de arroz en un extremo del lado largo. Enrolle la bolsa en la franela como si estuviera haciendo un rollo de canela. Retuerce cada extremo de la franela y ata una banda elástica alrededor para asegurar la bolsa dentro de la franela. Si quieres una funda más bonita para tu compresa, utiliza un jersey viejo para crear una bolsa exterior reutilizable.


Paso 5: Colocar la compresa seca y caliente

Coloca la compresa seca y tibia donde sea necesario para obtener un calor calmante. Cuando se enfríe, guárdela en un lugar seco y alejado de la humedad. Recaliente y reutilice cuando lo necesite.


Más formas de utilizar las compresas calientes

  • Si quieres ser creativo con tu compresa seca y caliente, prueba a utilizar mitones o guantes como envoltura en lugar de un calcetín. Tendrás compresas más pequeñas pero también serán perfectas para usarlas como calentadores de manos.
  • ¿Tus ojos cansados e hinchados necesitan un refresco digno de un spa? Haz una pequeña compresa de arroz para los ojos como parte de tu rutina de belleza.
  • Si eres un viajero, a menudo te encuentras con el cuello rígido por estar sentado en el coche o en el avión durante mucho tiempo. Un calentador de cuello de bricolaje es una forma perfecta de mantener los músculos del cuello sueltos en los viajes largos en coche. Sigue las mismas instrucciones para hacer una compresa seca y cálida, pero en lugar de un calcetín de tubo, utiliza un brazo de jersey viejo. Basta con coser o anudar los extremos abiertos de la tela para mantener el arroz dentro. Coloca el calentador de cuello en una bolsa aislante para mantener el calor durante más tiempo.

¿Utilizas compresas calientes en invierno? ¿Cómo combates el frío cuando bajan las temperaturas? Háznoslo saber en los comentarios.

Este proyecto fue traducido del inglés

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