Organizador de oficina DIY a partir de una vieja y fea puerta

Os enseño con qué he empezado... Es una vieja y fea puerta que he recuperado de una casa muy antigua que estaba a punto de ser demolida. También utilicé un poco de pintura mineral Fusion (el color es negro carbón), un trozo de madera para una estantería de 5 pulgadas de ancho (se pueden ver las marcas de unas cuantas pruebas de pintura anteriores en ella), y un poco de pintura de diferentes colores.

También tenía un par de soportes metálicos de Ikea (un sobrante de un proyecto anterior) y los utilicé para fijar la estantería. Una pequeña cesta metálica de color amarillo también fue útil para este proyecto. Como mi puerta iba a convertirse en un organizador de oficina, también cogí un tablero de corcho para colgarlo en la mitad superior de la puerta.

La madera era vieja, pero la parte buena era que no tenía bichos, así que sólo la limpié y lijé para eliminar la suciedad y los restos. Tendría que haber usado una masilla para tapar los agujeros, pero déjame decirte una cosa: esa vieja puerta era taaaan vieja y fea que no he tenido mucha fe en que este proyecto tuviera éxito.

El siguiente paso después de lijar fue pintar la puerta de negro, y como la pintura tiene una muy buena cobertura, una sola capa fue suficiente. Una vez que la pintura negra se secó, cogí un cortador de galletas redondo y lo mojé en pintura, y empecé a estampar burbujas amarillas en la puerta.

Con pintura rosa y coral, añadí algunos detalles a las burbujas, para que parecieran reales y darles un poco de chispa.

A continuación, pinté el tablero de madera con diferentes colores -azul y coral de Fusion Mineral Paint, pájaro brasileño de Autentico, y rosa ópera de Galeria- sin un patrón ni un plan específico en mente. Fue más bien un estilo libre, porque quería que pareciera la paleta de un pintor.

El siguiente paso fue fijar la estantería en la puerta, pero primero tuve que fijar los soportes. Luego fijé la estantería de madera a la puerta con un par de tornillos, dejando espacio suficiente para colgar el tablero de corcho encima.

Colgar el tablero fue un juego de niños, porque cada tablero de corcho tiene su propio sistema de colgado que es muy fácil de usar. Con un par de tornillos, fijé el tablero de corcho en la parte superior de la puerta, justo encima de la estantería, y luego añadí la cesta amarilla debajo de la estantería (como cubo para guardar los rotuladores). También tengo un vídeo sobre este proyecto en mi blog AQUÍ.

Puede que haya realizado algunas operaciones para conseguir este aspecto, pero el proyecto fue realmente sencillo y divertido en general. Esta puerta realmente encaja en mi nuevo espacio de oficina, y me ayuda a mostrar mis planes y tener mis proyectos de vídeo a la vista.

Espero que este proyecto te resulte inspirador. Si es así, sígueme para más consejos de bricolaje aquí o en mi blog.