¿No tienes despensa en la cocina? Convierte una vieja estantería en esto.
Si estás cansado de amontonar comida en tu despensa y tener que deshacer cada estante para encontrar lo que buscas, ¡no estás solo!
Estaba cansada de tener poco espacio en la despensa, pero no estaba dispuesta a ampliarla ni a comprar nuevos armarios. En su lugar, vi una vieja estantería y tuve una chispa de inspiración.
Así es como convertí una vieja estantería en el espacio extra de despensa que necesitaba. ¿Lo mejor de este pequeño giro funcional? No es sólo un refuerzo de espacio, sino también de estilo, gracias a un poco de malla de gallinero y polvo de hadas de granja.
Mira el vídeo para saber más sobre cómo hacerlo.
Empieza por lijar todas las superficies de la estantería. Yo quería un aspecto áspero y rústico, así que no me preocupé de lijar hasta conseguir un acabado demasiado suave, pero sí quería que la superficie absorbiera la pintura.
A continuación, añadí la pintura. Utilicé un color gris marengo que sabía que encajaría bien en mi cocina. Nuevamente, no fui tan cuidadosa en cuanto a la cobertura total.
A continuación, medí la longitud del frente de la librería y corté 4 trozos de madera de ese tamaño. Estos serían los lados de las 2 puertas del armario.
A continuación, medí la anchura y corté 4 piezas de madera para la parte superior e inferior de las puertas del armario.
A continuación, perforé agujeros y uní 2 tablas largas y 2 cortas para crear la puerta del armario. Repetí estos pasos para la segunda puerta del armario.
Añadí una capa ligera de tinte de color nogal, porque la madera oscura es mi favorita. Lo froté y luego me apresuré a quitar el exceso, para que quedara una especie de lavado más ligero. Una sola capa fue suficiente para el aspecto que quería.
A continuación, añadí bisagras en la parte superior e inferior de los lados exteriores de las puertas.
El toque final fue grapar malla de gallinero en el interior del marco de cada puerta. Esto ayudaría a ocultar ligeramente el contenido de la despensa sin hacerlo invisible, y añade un gran encanto de granja.
Una vez grapada la malla, corté el exceso con unos alicates.
A continuación, fijé las puertas del armario a mi estantería. Gracias a mis bisagras premontadas, este paso fue muy sencillo.
Por último, añadí 2 asas de metal cepillado, completando así mi pieza de almacenamiento rústico.
Me ayudaron a trasladar mi flamante despensa extra a mi cocina, y luego la cargué con latas y tarros. Ya está!
¿Qué tan simple fue eso? Un cambio de imagen rápido y una solución rápida a un problema muy común. Espero que esto te inspire a hacer tus propias soluciones caseras.
Este proyecto fue traducido del inglés