Así que has encontrado el mueble perfecto para darle la vuelta o transformarlo en tu propia reliquia familiar. ¡Enhorabuena!
Ahora, ¿qué debe hacer?
Sabe que tiene que quitar el acabado actual. Tal vez esté rayado o descascarillado. Tal vez esté cubierto de lápiz de colores o simplemente sea "oh, Dios mío, en qué estaban pensando". En cualquier caso, ¡tiene que desaparecer!