Cómo resolví mi problema de tomates enfermos
Cuando trabajaba como artista del papel, hacía mucha "química de cocina". Me gustaba mucho experimentar en el estudio y hago el mismo tipo de experimentación en el jardín.
Esta temporada he plantado tomates en tres parcelas diferentes. La primera parcela era un lecho elevado poco profundo de troncos en un espacio de sol/sombra, lleno de una mezcla de tierra y estiércol de caballo bien compostado. La segunda parcela era una bolsa de cultivo (en el mismo espacio de sol/sombra) rellenada sólo con estiércol de caballo bien compostado. La tercera parcela era una parcela en el suelo a pleno sol y contra una pared de ladrillos y estaba cubierta por virutas de corteza donde había cultivado tomates varios años antes y había utilizado abono orgánico Tree Tone.
Las parcelas uno y dos, las camas elevadas y las bolsas de cultivo, iban muy bien, pero la tercera, la parcela en el suelo, estaba bastante enferma, con hojas amarillas y crecimiento atrofiado. Tenía que hacer algo y hacerlo rápido. Primero cogí un poco de compost e hice un anillo alrededor de la tomatera atrofiada. En tres semanas la planta había reverdecido. Al mismo tiempo, preparé un té de compost de consuelda. La moraleja de esta historia es que a los tomates les encanta la tierra ácida y la tierra con estiércol de caballo bien compostado era la tierra perfecta para ellos.
Esta temporada he plantado tomates en tres parcelas diferentes. La primera parcela era un lecho elevado poco profundo de troncos en un espacio de sol/sombra, lleno de una mezcla de tierra y estiércol de caballo bien compostado. La segunda parcela era una bolsa de cultivo (en el mismo espacio de sol/sombra) rellenada sólo con estiércol de caballo bien compostado. La tercera parcela era una parcela en el suelo a pleno sol y contra una pared de ladrillos y estaba cubierta por virutas de corteza donde había cultivado tomates varios años antes y había utilizado abono orgánico Tree Tone.
Las parcelas uno y dos, las camas elevadas y las bolsas de cultivo, iban muy bien, pero la tercera, la parcela en el suelo, estaba bastante enferma, con hojas amarillas y crecimiento atrofiado. Tenía que hacer algo y hacerlo rápido. Primero cogí un poco de compost e hice un anillo alrededor de la tomatera atrofiada. En tres semanas la planta había reverdecido. Al mismo tiempo, preparé un té de compost de consuelda. La moraleja de esta historia es que a los tomates les encanta la tierra ácida y la tierra con estiércol de caballo bien compostado era la tierra perfecta para ellos.
El té de compost remojando en cubos de 5 galones de agua. Utilicé macetas viejas (ver a la derecha) en la parte superior para impedir que las hojas y las agujas de pino entraran en el cubo.
Una mejor vista del té de compost de consuelda. Es maloliente y potente, pero eficaz.
Los tomates enfermizos y atrofiados antes de la atención extra del estiércol de caballo y el té de compost de consuelda.
Una vista temprana de los tomates sanos en las bolsas de tela reciclada plantadas en el suelo de estiércol de caballo.
El lecho de tomates enfermizos cubierto de virutas de corteza "antes".
Este proyecto fue traducido del inglés
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