Cómo trasplantar las plantas de tomate reliquia al suelo
Los tomates son un cultivo de clima cálido; no toleran las heladas y tampoco les gusta el clima frío y húmedo. Espera hasta el último día de heladas y dales algo de protección.
El mejor lugar para cultivar tomates en un jardín del norte es un invernadero. Nosotros cultivamos los tomates en vertical y los separamos entre 30 cm y 30 cm.
Las plantas no pueden pasar del interior al suelo, ya que se estresan demasiado. Primero hay que acostumbrarlas al ambiente exterior o de invernadero mientras están en la maceta. Empezando por unas horas a la sombra y luego dejándolas más tiempo, se acostumbrarán a su nueva ubicación. Ahora se pueden trasplantar sin que mueran en el proceso.
Cava un agujero más grande que la planta: ayuda a aflojar la tierra alrededor de la planta y favorece el crecimiento de las raíces. Añade 1 ó 2 tazas de estiércol al agujero antes de plantar (yo uso estiércol de oveja). El estiércol dará un impulso a las plantas. Si la tierra está muy seca, como suele ocurrir en un invernadero, riega el agujero.
Ahora colócala suavemente en el agujero y rellena el agujero con tierra suelta. Si la planta es un poco patilarga se puede enterrar más profundamente al igual que al trasplantar los plantones. En el caso de plantas con muchas patas, puedes incluso tumbar la planta para poder enterrar más el tallo.
No la presione demasiado, pero riegue la planta enseguida; el agua empujará la tierra hacia abajo tanto como sea necesario. Es bueno hacer un molde alrededor de la planta para regarla, de modo que el agua pueda ir directamente a la planta y no fluya hacia la tierra inferior.
Protege las plantas del sol durante los primeros días, una manta antiheladas funciona muy bien. También protege del viento y del frío durante la noche. Yo dejo la manta puesta durante al menos tres días.
Este proyecto fue traducido del inglés
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