3 formas de almacenar la albahaca fresca

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Fácil
La albahaca. Es mi favorita. Me encanta el olor, el sabor que da y lo increíblemente fácil que es de cultivar y almacenar.
Yo planto albahaca genovesa, porque es la bomba para las salsas y el pesto.
Utilizarla fresca - Es la forma más fácil y que menos tiempo requiere. Humedece un par de hojas de papel de cocina y colócalas en una bolsa Ziploc. Coloca tus hojas de albahaca sobre esa toalla de papel, saca todo el aire de la bolsa y ciérrala. Se mantendrán frescas así en tu nevera hasta dos semanas. ¿Cómo lo sé? Porque la foto de arriba es albahaca "fresca" que almacené hace 2 semanas. Si ves que tu toalla de papel se está secando, añade una o dos gotas de agua para humedecerla de nuevo.
Congelar la albahaca fresca - La segunda forma más fácil y que menos tiempo requiere para almacenar la albahaca, es congelarla. En realidad, se necesitan menos pasos que para mantenerla fresca. Una vez lavada y seca, métela en una bolsa de congelación, deja que salga todo el aire y busca un lugar para ella en tu congelador. Cuando se congela se vuelve muy frágil y se rompe con mucha facilidad. Puedes aplastarlo todo en la bolsa y dejarlo tal cual, o bien dejar las hojas llenas y aplastarlas a medida que las necesites. Ten en cuenta, sin embargo, que aunque se congela con facilidad, también se descongela con facilidad. El calor de tu mano lo descongelará en segundos. Mi sugerencia es que guardes dos bolsas congeladas. Una aplastada y otra entera, así tendrás más opciones para trabajar.
Albahaca seca - Este paso lleva un poco de tiempo y necesitarás un deshidratador para ello.


Yo me tomo un poco más de tiempo en secar mis hojas después de lavarlas si sé que van a ser deshidratadas. Tengo un deshidratador Salton que tiene 5 rejillas y diferentes ajustes de temperatura y es muy silencioso. Aunque sugiere usar el ajuste de temperatura más bajo para secar las hierbas, yo lo pongo al más alto porque no tengo paciencia para esperar todo el día.


Coloca las hojas muy cerca unas de otras, puedes solaparlas un poco ya que se irán encogiendo a medida que se vayan secando. A medida que las hojas se secan, puedes condensarlas en una o más bandejas y añadir más albahaca sobre la marcha. Las hojas más pequeñas tardan menos, las más grandes tardan más. Sabrás que tus hojas están secas cuando se hayan reducido a la mitad de su tamaño y tengan un color verde más oscuro y quebradizo al tacto.


Una vez que toda la albahaca se ha secado, la pongo en un tarro de cristal limpio y la aplasto, normalmente con mi macerador de mojitos.


No te olvides de visitar el blog para ver algunos consejos sobre cómo cultivar y cortar tu cosecha.

Este proyecto fue traducido del inglés