El baúl de Mamie

por Susan K Mullins

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Esta pieza ha estado almacenada en casa de mi madre durante muchos años. Perteneció a mi preciosa bisabuela, alias Mamie. El baúl tiene más de cien años. Mamie vivía con mi abuela y usaba el baúl en su habitación. Recuerdo que Mamie guardaba sus joyas, con las que me dejaba jugar cuando era pequeña, en uno de los cajones superiores. Tenía el pelo hasta la cintura y guardaba el cepillo, las horquillas y los peines en la cómoda. Dulces, dulces recuerdos de mi infancia. Estaba pintada de rosa pálido de arriba a abajo. Años más tarde, tras la muerte de mi Mamie y luego de mis dulces abuelos, el viejo baúl rosa fue a parar al almacén. Cuando estaba buscando en el almacén de mamá, me encontré con el baúl de Mamie y le pregunté si podía tenerlo para mí. Ella estuvo encantada de darme la oportunidad de restaurar el baúl de Mamie. No hace falta decir que, dado que el baúl de Mamie había estado guardado durante muchos, muchos años, además de su edad antes de ser guardado, era un pequeño y caluroso desastre.

Esta es la cómoda puesta al revés. Quité los cajones para ayudar con el peso al darle la vuelta. Las ruedas de las patas estaban oxidadas. Primero las rocié con WD-40 y las dejé reposar un rato. Luego utilicé unos alicates para quitar las ruedas.

Como se puede ver, las ruedas no eran buenas. Asi que sabia que no las usaria en la cajonera cuando terminara de rehacerla.

Luego quité los tiradores de los cajones, tampoco los iba a usar. Pero... como soy la guardiana de todas las cosas viejas, los metí en una bolsa... por si acaso... ¿Tú también lo haces? Por cierto, están en el cajón de arriba en una bolsa. LOL

Ahora una buena limpieza. Utilicé agua caliente, limpiador y un trapo viejo para darle una buena limpieza al baúl. Muchas arañas habían dejado sus telas abandonadas dentro de las esquinas del baúl. También estaba cubierto de centímetros de polvo y suciedad.

Una vez que el baúl estaba limpio, utilicé el decapante Citrusstrip para quitar la pintura vieja. Mucha de la pintura estaba suelta, así que no hizo falta mucho para levantar la pintura vieja. Apliqué el decapante con una brocha barata y lo dejé actuar durante unas 24 horas. Luego utilicé una combinación de raspado con un raspador de pintor y papel de lija y alguna reaplicación de decapante, hasta que se eliminó toda la pintura. En este punto no estaba seguro de si quería pintar o teñir la parte superior. Sabia que me inclinaba por teñir la parte superior, por lo que preste mucha atencion a decapar la parte superior muy bien.

Lo siento, pero, no tengo todas mis fotos porque algunas de ellas se perdieron cuando las coloqué en un área de almacenamiento móvil. Esto me puso enfermo. Todavía no he localizado muchas de mis fotos.

Pinté los laterales, el frontal y los cajones con pintura en spray Rust-Oleum verde. Era una pintura que ya tenía, creo que era verde Hunter. Pulvericé la pintura y la dejé secar, antes de pulverizar una segunda capa. Cuando la pintura se secó durante 48 horas, cubrí el fondo con plástico para poder teñir la parte superior. Apliqué el tinte con un trozo de tela limpia y suave de algodón (en realidad una camiseta vieja cortada en trozos).

Quería que la pieza mantuviera su carácter envejecido, así que lijé los puntos en los que quería que pareciera desgastada por el uso. Para proteger la pieza, utilicé cera de acabado en pasta Minwax. Para este paso, limpié la pieza con un paño suave de algodón y apliqué una fina capa de cera. Cuando la cera se secó por completo, la pulí con un paño de algodón limpio y suave. Compré tiradores nuevos para los cajones. También añadí los soportes decorativos para las llaves utilizando Gorilla Wood Glue. La última parte para mí fue escribir la historia del baúl de Mamie con su nombre, las fechas de su nacimiento y muerte, el lugar de enterramiento y otra información familiar en un papel para colocarlo en uno de los cajones, para que mis hijos siempre conozcan el legado del Baúl de Mamie.