Casando antigüedades de 1940

por Kathy Lucas

Me encantan los muebles antiguos y la mesa era un número de 1949 que originalmente tenía una inserción de vidrio en la parte superior. La pobrecita estaba en mi ático sin cariño desde hace 8 años, cuando mi madre falleció. Ella tenía una foto de mí sentado en ella cuando era un niño.

La vista superior muestra su estado cuando lo bajé hace unos meses y me debatí sobre qué hacer con él. Bueno, hace dos semanas decidí lijar todo, excepto las inserciones y la parte superior, utilizando mi pequeña lijadora de ratón y un poco de buena, vieja grasa del codo.

Las zonas lijadas recibieron una capa de tinte transparente Burnt Sienna con una esponja, teniendo cuidado de limpiarla de las inserciones.

Luego decidí utilizar las canicas de 1940 de mi tío Donnie Ray. Era el hermano de mamá y falleció a los 12 años en 1948.

Ahora venía la parte difícil. Pegué cada canica al tablero de la mesa, intentando mezclar color con color. Me empeñé en probar la resina transparente en un proyecto y esto era perfecto para ello. Sin embargo, primero pasé cinta adhesiva alrededor de la parte superior por si se salía del borde.

Seguí cuidadosamente las instrucciones, mezclando dos cuartos de resina con el endurecedor, y luego vertiendo sobre la superficie, extendiendo e inclinando la mesa suavemente para llegar a todas las áreas.

En mi afán, me olvidé de poner cinta adhesiva por debajo del borde de la encimera, tonto de mí, y la resina empezó a gotear por los lados y las patas.

¿Qué hacer? Bueno, empecé a esparcirla por todos los lados y las patas hasta que dejó de gotear.

Y ¡voilá! Mi nueva y vieja mesa de centro está completamente recubierta de resina transparente, lo que le da una capa dura que no necesito encerar ni preocuparme de volver a pintar. Y creo que se ve muy bien.

El proyecto se completó en 10 días con un coste de unos 55 dólares por la resina.

Este proyecto fue traducido del inglés