Un concurso y una curva de aprendizaje: Mi primer proyecto de tapicería,

Queen Patina
por Queen Patina
Soy rara. Soy súper, súper competitiva -aunque no de una manera insana, no creo- pero no disfruto mucho de los concursos. Demasiada presión. Sin embargo, me topé con el Fab Furniture Flippin' Contest (FFFC) a través de Facebook y de otros bloggers, y pensé: "¿Por qué no?
El concurso reúne a varias marcas/empresas de bricolaje, muebles y decoración del hogar y a blogueros, como yo. Entre las colaboraciones más recientes se encuentran General Finishes, D Lawless Hardware, HomeRight y, este mes, Minted. A riesgo de avergonzarme, voy a admitir que antes de conseguir un puesto en el concurso -una hazaña en sí misma- nunca había oído hablar de Minted. Después de examinar el sitio durante, um, unos 5 segundos me di cuenta de que me había estado perdiendo. Papel bonito (me encanta el papel bonito), arte, decoración del hogar y muchas otras cosas. ¿Pero mi parte favorita? El concepto. Los diseñadores envían sus diseños, la comunidad de Minted vota qué diseños cumplen con los requisitos y les atraen, y luego Minted los "menta" a través de su sitio. Minted. ¿Lo entiendes? Los productos incluyen telas, arte, almohadas, papel, tarjetas, papelería, invitaciones y tarjetas de Navidad. Pssssst: Si gano, voy a pedir mi tarjeta de Navidad a ellos, e incluso si no gano, voy a pedir mis tarjetas a ellos.
Un sillón de mediados de siglo y una otomana "a juego" que encontré en el vertedero eran los candidatos perfectos para el cambio de imagen. Ambos tenían unas líneas estupendas y eran estructuralmente sólidos; eso es todo lo que necesitaba para seguir adelante.
La batalla comenzó con la eliminación de las grapas, que fue especialmente difícil, dada la ranura en la que estaban anidadas.
Como novato en tapicería, me armé de valor y apliqué Dacron a la espuma existente para crear un producto final más suave.
Elegí estas dos telas, de Minted, para retapizar el original y comencé el proceso de reconstrucción. Pero primero, metí la pata -¡varias veces!-, me clavé el dedo índice y el estrés comió coliflor. De alguna manera, con la ayuda de mi hombre, conseguí hacerlo.
Me intrigaron mucho estas ruedas, algo que no había visto antes en una silla de barril.
Para leer la historia completa, consulte la entrada del blog de Queen Patina.

Este proyecto fue traducido del inglés