Un cambio de imagen para el sofá vintage de la abuela

En primer lugar, lavé la madera con White Lightning Cleaner (gránulos disueltos en agua) para eliminar cualquier cosa que pudiera hacer que la pintura no se adhiriera lo mejor posible. Este paso siempre debe ir seguido de otro lavado con agua limpia.

Decidí que era hora de deshacerme de los muelles que tienden a pellizcar la tela de los cojines de los asientos. Los cojines de asiento superpesados y voluminosos aguantaban el golpe, pero quise sustituirlos por un cojín de asiento continuo de espuma que necesitaba más apoyo.

Corté un trozo de contrachapado de 3/4 de pulgada para cada hueco. Los soportes de esquina existentes eran perfectos para apoyar el contrachapado.

¡Esto es mucho mejor! Debería haberlo hecho hace mucho tiempo.

He querido pintar este sofá desde hace mucho tiempo, pero nunca tuve el lugar perfecto para él, así que no tenía ni idea de qué color pintarlo. Para su nuevo hogar en mi oficina, tenía unas cuantas opciones de color para elegir del papel pintado y decidí probar con el Lino Francés.

Me encantó pintar todos los detalles tallados y no podía esperar a ver cómo quedaba la pieza pintada.

Me puse manos a la obra y lo pinté todo, incluso el contrachapado.

Es hora de sellar y proteger el acabado pintado. Últimamente estoy un poco obsesionada con los acabados brillantes y quería probar un sellador brillante en el sofá.

Sustitución de los cojines de asiento y respaldo del sofá vintage

Como me apresuré a terminar este proyecto para la última semana del "Reto de una habitación", no tuve tiempo de hacer un proyecto completo de tapicería.

¡Amazon al rescate! Pedí una pieza de espuma para el asiento, una funda de asiento de terciopelo elástico y fundas de almohada.

La espuma de tapicería medía 72 pulgadas de largo, y tuve que cortarla a 63 pulgadas. ¿Sabes cuál es la mejor manera de cortar la espuma recta?

Con un cuchillo eléctrico. Funciona de maravilla.

Mmm, casi, pero no del todo bien. La funda del asiento de terciopelo parecía demasiado amarilla y la madera pintada... demasiado marrón. ¿Cómo podría arreglarlo rápida y fácilmente? Estuve dándole vueltas durante un día, ¡y entonces me llegó la inspiración!

Un poco de cera blanca dio más dimensión a la madera tallada y atenuó el brillo, que no quedó tan bien como esperaba. Ahora me doy cuenta de que el problema no era el sellador brillante, sino el hecho de que el revestimiento de madera como telón de fondo ya tenía un poco de brillo.

La cera hizo el truco. La madera pintada ahora casi tiene un aspecto de madera flotante, y me encanta.

En cuanto a la funda del asiento, rebusqué en mi alijo de telas y en el armario de la ropa blanca para encontrar una solución. Encontré la textura y el color perfectos para el asiento en forma de panel de cortina.

¡El verdadero nuevo look!

¡Y tenemos un ganador! Queda mucho mejor; un cambio de imagen contemporáneo para este sofá vintage. También es súper cómodo, y puedes apostar que las mascotas dormirán en él constantemente mientras yo trabajo.