Portapinceles de maquillaje fácil: Un Upcycle rápido y sencillo

Fácil
Mantener los pinceles de maquillaje limpios y ordenados es posible gracias a este sencillo proyecto de reciclaje. El secreto para que funcione... ¡está en el tarro!
Me encanta reciclar los desechos, especialmente los que encuentro en la tienda de segunda mano a veces por unos pocos céntimos. Ese fue el caso de este bonito tarro de cristal. Lo encontré hace más de un año cuando buscaba el jarrón perfecto para un divertido proyecto de otoño. Después de que cumpliera su función, no estaba segura de qué hacer con él, pero como me había gastado la friolera de diez céntimos en él, decidí que le encontraría algún uso y en la estantería con los jarrones vacíos fue a parar.
Hasta que un día decidí que necesitaba un nuevo plan para mis brochas de maquillaje. Guardarlas en una bolsa de viaje servía para mantenerlas limpias, pero encontrar la adecuada era un ejercicio diario de tanteo. Además, quería guardarlas para que pudieran descansar mejor sin estar presionadas unas contra otras. Fue entonces cuando me acordé de ese pequeño tarro.
Necesitaba algo que diera a los pinceles un poco de estabilidad dentro del tarro, que los mantuviera en su sitio para que no se amontonaran unos con otros, pero que pudieran usarse fácilmente una y otra vez sin desgastarse. ¡Alubias! Las judías secas eran la solución perfecta y el proyecto estaba listo para empezar.
Empecé por darle al tarro una rápida pasada de alcohol para eliminar las huellas dactilares, una gran idea cuando se pinta vidrio. A continuación, le di dos capas de pintura en spray Rustoleum Painter's Touch de color lavanda. Por último, para que dure, le di una capa de sellador transparente.
Llené el frasco con frijoles, asenté los pinceles en ellos y... ¡Voilà! Un tarro sencillo, económico y eficaz para guardar las brochas de maquillaje. ¡Perfecto!

Este proyecto fue traducido del inglés