De trastos a ideas de almacenamiento: Pizarra organizada

El consistía en crear con husillos, molduras o adornos.
Tenía molduras sobrantes de la reforma de la cocina y una caja de vino de una tienda de segunda mano con la que trabajar.
Así que me encontré con una caja reciclada que se convirtió en funcional.
Los materiales que necesité fueron: papel de contacto para pizarra, cola para madera, tinte, cera oscura y un asa de cuerda.
Lo primero que hice fue cortar a inglete las molduras a la medida de la tapa de la caja.


Dejando esto a un lado, corté el papel de pizarra para que encajara en la tapa y dejara al descubierto 1/2 pulgada de la madera alrededor de los bordes exteriores para pegar la moldura de madera.


Luego, alisé el papel de pizarra. Pegué la moldura con una pequeña cantidad de pegamento en la zona de madera expuesta de la tapa.


Y, por último, añadí una plancha de hierro fundido para darle peso hasta que se secara el pegamento.
Una vez que el pegamento se secó, teñí toda la caja por dentro y por fuera. A continuación, enceré todas las hendiduras e imperfecciones para darle un aspecto envejecido.
Para el asa de la cuerda, apliqué la cera oscura para que también pareciera antigua.


Al introducir la cuerda en los agujeros, se hace un asa atando los extremos en nudos en el interior de la caja para mantenerla en su sitio.
Al colgarla en la pared se convierte en un estupendo tablón de notas.
Y guardar los bolígrafos y lápices dentro es una buena manera de mantenerse organizado.


Este proyecto fue traducido del inglés

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