Vale, aún no es oficialmente otoño, pero estoy tan preparada para estrenar mis proyectos de otoño y Halloween que he decidido ponerme en marcha aquí en Small Talk Mama. ¿Y qué es el otoño sin unos cuantos crisantemos en casa (sinceramente, parece que no puedo ir a la tienda sin volver a casa con un nuevo color divertido)?
La semana pasada compré un pequeño trío de crisantemos rosas para mi porche trasero (1 dólar cada uno) para mostrar mi último proyecto de reutilización hecho con dos palos de una vieja valla apoyada en un árbol del patio trasero. Era lo último que quedaba de unas piezas de valla recuperadas y era lo justo para crear esta adorable bandejita de madera rústica. Teniendo en cuenta que tenía algunos tiradores de cajones viejos que necesitaban un hogar y clavos suficientes para dar la vuelta al mundo dos veces, este proyecto apenas costó nada, excepto las pequeñas patas de abajo para dar a la bandeja un poco de espacio para respirar. Los compré por un par de dólares en la ferretería. Más información en el enlace indicado.