Cómo ablandar las toallas en 8 sencillos pasos

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por How-To Guides

Por Sharon Brandwein


Nunca falla: te diriges a la tienda y compras las toallas más suaves y esponjosas que puedas encontrar, sólo para quedarte con toallas duras y crujientes poco después. Puede que se anime al descubrir que no está solo; todos hemos pasado por eso. La verdad es que, a veces, las toallas duras le ocurren a la gente buena.


Si estás luchando contra las toallas duras, tenemos buenas y malas noticias. La mala noticia es que probablemente has estado lavando y secando tus toallas de forma incorrecta. La buena noticia es que hay algunas formas de revivir y suavizar las toallas duras y con costra.


A continuación, esta guía analiza cómo ablandar las toallas y devolverles la vida. También ofrecemos algunos consejos para ayudarle a prevenir el problema en primer lugar y las cosas a tener en cuenta cuando usted piensa que es el momento para los reemplazos.

pila de toallas grises dobladas

Foto vía Sarah | Birch Landing Home


¿Por qué se endurecen las toallas?

Las toallas duras son el resultado de los residuos de detergente que permanecen en las fibras de la toalla cada vez que se lavan. Los residuos de detergente no sólo dan lugar a toallas duras con una textura desagradable, sino que con el tiempo esa acumulación afecta a la capacidad de las toallas para absorber la humedad.


Cómo suavizar las toallas duras

Las toallas duras no tienen por qué estar destinadas al cubo de la basura. Puedes ablandar las toallas duras con la ayuda de algunos productos básicos de la despensa y algunos trucos inteligentes. A continuación encontrarás ocho formas de ablandar las toallas duras de algodón.


Reduzca la cantidad de detergente que utiliza

Los residuos de detergente son una de las principales razones por las que las toallas se endurecen. Con los lavados repetidos, el jabón se introduce en las hebras de algodón de la toalla, haciéndolas ásperas y crujientes. La mejor manera de mantener las toallas suaves y de lavar las toallas ya endurecidas es reducir la cantidad de detergente que utiliza al lavarlas; utilice una cantidad ligeramente inferior a la recomendada para sus cargas de toallas.


Lavar las toallas con vinagre

Si encuentra que sus toallas ya están endurecidas por la acumulación de detergente, hay una forma relativamente fácil y barata de devolverles la vida: simplemente cambie su detergente para ropa por una taza de vinagre blanco y haga su lavado como de costumbre para una carga. Hazlo una vez cada pocas semanas para eliminar cualquier acumulación de detergente persistente en las toallas.


Evita el suavizante

Aunque tiene sus ventajas para ciertas prendas, el suavizante no es lo mejor para las toallas. Con los lavados repetidos, el suavizante puede adherirse a las fibras de las toallas y afectar a su capacidad de absorción y rendimiento.


Lavar las toallas con bicarbonato de sodio

El bicarbonato de sodio es otro producto básico de la despensa que puede utilizarse para suavizar las toallas viejas y ásperas. Para suavizar sus toallas con este método, mezcle aproximadamente una taza de bicarbonato de sodio con su detergente y ejecute su lavado como de costumbre. También vale la pena señalar que el bicarbonato de sodio esencialmente hará una doble función y refrescará las toallas con olor a humedad.


Cepillar las toallas

Esta puede parecer la sugerencia más extraña de nuestra lista, ¡pero funciona! Y lo que es mejor, el proceso no es más difícil de lo que parece. Para ablandar las toallas de algodón duras, coge un cepillo limpio, coloca la toalla en una superficie plana y cepíllala. Utiliza movimientos largos para trabajar en una dirección a través de la toalla, y cuando hayas terminado con un lado, dale la vuelta y repite el proceso con el resto de las toallas endurecidas. El cepillado de las toallas rompe los residuos de detergente seco y, al igual que el pelo enredado, separa los hilos de la toalla, haciéndola más suave al tacto. A continuación, pásala por la lavadora.


Seca las toallas con bolas de lana para secadora

Las bolas de lana para secadora son una gran herramienta para suavizar las toallas. Rebotan dentro de la secadora, haciendo rodar y golpeando las hebras de las toallas, suavizándolas a medida que avanzan. Si no tienes bolas de secado por ahí, puedes sustituirlas por un par de pelotas de tenis limpias o enrollar unos cuantos pares de calcetines y añadirlos a la secadora.


Haga cargas más pequeñas

Si tiende a esperar una gran carga de toallas antes de meterlas, eso podría ser un obstáculo para mantener su suavidad. Poner grandes cargas (de cualquier cosa) sólo abarrota la máquina, y no deja suficiente espacio para que el agua aclare eficazmente los detergentes (e incluso la suciedad) de su lavado. Así que, para mantener la suavidad de tus toallas, pon en marcha tus cargas de lavado con sólo tres o cuatro toallas cada vez. Lo mismo ocurre con el secado: Demasiadas toallas en la secadora impiden el flujo de aire, por lo que no habrá suficiente aire para esponjar la tela adecuadamente.


Reduce la temperatura de la secadora

Secar las toallas a alta temperatura puede hacer que las fibras se sequen en exceso y se sientan duras al tacto. Así que para mantener la suavidad de tus toallas, opta por un calor medio o por un ajuste de planchado permanente.

tres toallas colgadas en un estante de madera

Foto de Ashleigh Sommer


¿Con qué frecuencia debes lavar las toallas?

Las toallas deben lavarse con frecuencia para evitar que florezcan las bacterias y los olores a humedad. Lavar las toallas cada tres o cuatro usos es una buena regla general, y asegúrate de hacerlo con agua caliente. Lavarlas con agua caliente no sólo las mantendrá suaves, sino que también ayudará a detener las bacterias en su camino.


Cuándo cambiar las toallas

Los expertos aconsejan cambiar las toallas cada dos años, pero no hay reglas fijas para hacerlo. Es probable que sus toallas deban ser sustituidas si:

  • Siguen siendo duras y rasposas a pesar de sus esfuerzos por ablandarlas.
  • No absorben el agua tan bien como antes.
  • Huelen después de un solo uso, o los olores persisten en ellas incluso después de lavarlas.
  • Tienen bordes deshilachados, hilos sueltos o agujeros.


¿Tienes algún truco ingenioso para ablandar las toallas duras? Cuéntanoslo en los comentarios.

Este proyecto fue traducido del inglés

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