Cómo cultivar fresas en el huerto
Hay algo innegablemente delicioso en arrancar una jugosa fresa del huerto y llevársela a la boca. Ya se coman frescas, mezcladas en un batido o asadas en una tarta, las fresas son una fruta versátil y muy apreciada que se puede cultivar fácilmente en el jardín de casa. Veamos los pasos necesarios para cultivar con éxito estas deliciosas bayas y disfrutar de una abundante cosecha durante toda la temporada.
Las fresas crecen bien en suelos ricos en nutrientes y con buen drenaje, con un pH ligeramente ácido de entre 5,5 y 6,8. Antes de plantar, enmiende el suelo con materia orgánica, como compost o estiércol envejecido, para mejorar su estructura y fertilidad.
Realiza un análisis del suelo para evaluar los niveles de nutrientes y el pH, y realiza los ajustes necesarios para crear un entorno de cultivo óptimo para tus fresas.
A la hora de embarcarse en el cultivo de fresas, es fundamental elegir la variedad adecuada. Hay tres tipos principales de fresas: June-bearing, everbearing y day-neutral. Las variedades "June-bearing" producen una única cosecha abundante a finales de primavera o principios de verano, mientras que las variedades "everbearing" y "day-neutral" producen fruta de forma intermitente a lo largo de la temporada de cultivo.
A la hora de elegir una variedad, tenga en cuenta factores como el clima, el espacio disponible y la época de cosecha deseada. Entre las variedades más populares se encuentran 'Chandler', 'Albion' y 'Seascape', pero hay muchas otras que puede explorar en función de sus preferencias y de las condiciones de cultivo locales.
La primavera o el otoño son los momentos ideales para plantar fresas, según el clima. Elija un lugar soleado con al menos 6-8 horas de luz solar directa al día.
Separa las fresas a una distancia de 12-18 pulgadas en hileras de 2-3 pies. Asegúrate de que la corona de la planta, donde los tallos emergen de las raíces, esté nivelada con la superficie del suelo.
Riegue a fondo después de plantar para asentar la tierra alrededor de las raíces y proporcionar humedad para el establecimiento.
Mantenga el suelo constantemente húmedo pero no encharcado, especialmente durante las fases de floración y fructificación. Cubrir el suelo con paja o agujas de pino puede ayudar a retener la humedad, suprimir las malas hierbas y evitar que la tierra salpique la fruta.
Abone las fresas regularmente con un fertilizante equilibrado formulado para plantas frutales. Siga las instrucciones del envase y evite la sobrefertilización, que puede provocar un crecimiento excesivo del follaje a expensas de la producción de fruta.
Vigile la aparición de plagas y enfermedades como pulgones, babosas, oídio y moho gris. Trate rápidamente cualquier problema para evitar que se extienda y afecte a su cosecha de fresas.
Disfrute inmediatamente de las fresas recién recolectadas o guárdelas en el frigorífico durante unos días. También se congelan bien para su conservación a largo plazo o se pueden utilizar para hacer mermeladas, conservas y postres.
Este proyecto fue traducido del inglés
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