Jardín de suculentas de interior

Tenía un dulce conejito de resina que necesitaba un hogar, así que decidí hacerle un jardín de suculentas.
Qué bonito es.
Tenía una vieja cesta de forma rectangular. Un molde de pan desechable que me sobró de la repostería de las fiestas funcionó perfectamente como forro de la cesta.
En la cesta puse una variedad de pequeñas suculentas. Añadí musgos de diferentes colores y texturas. Encontré una pequeña bolsa de musgo en mi tienda local de artesanía. Luego añadí unas cuantas piedras bonitas y en un abrir y cerrar de ojos mi conejito tenía un precioso jardín de suculentas como hogar. Está colocado en una mesa auxiliar de mi salón y hace disfrutar a todos los que lo visitan.

Este proyecto fue traducido del inglés