Los cojines dispersos personalizados más fáciles de hacer

Necesitaba unos cojines interesantes, sobre todo blancos, para el salón. Ya sabes lo que pasa en las tiendas: demasiado grandes, demasiado pequeños, demasiado aburridos, demasiado caros, demasiado floridos. Además, no tengo máquina de coser.

Pero no creas que encontrar un cojín blanco liso fue fácil. Me llevó un mes. Finalmente encontré los de la foto de arriba, que son una ganga. Digamos que 3 de ellos me costaron lo mismo que un juego de 5 Sharpies de tela, el tipo de cambio Rand/Dólar no es muy favorable, supongo.

En cualquier caso, este proyecto se explica por sí mismo. Quita el relleno de un cojín comprado en una tienda. Pon una superficie dura, como un cartón o una bandeja de plástico, para que el Sharpie no traspase. Ni siquiera tienes que invertir nada.

Y empieza a dibujar con un rotulador para tela. Me parece que los geométricos son generalmente más fáciles de ejecutar y el que yo hice ni siquiera tiene que repetirse exactamente ni requiere mucho relleno. El único consejo es que hay que intentar ser coherente con el tamaño y el espaciado de los diseños. Si necesitas inspiración, mira los anuncios de alfombras o papel pintado de las revistas.

El otro reto fue mantener la coherencia del diseño de un cojín a otro. Puedes evitarlo haciendo un diseño completamente diferente.

Obviamente, hay que volver a poner el relleno una vez que se ha terminado el dibujo. Pero ahí están, en el sofá del salón, ¡súper exclusivos y artesanales! Y según el envoltorio de Sharpie, perfectamente lavables. El tiempo lo dirá.