Cómo empezar un huerto desde cero

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Fácil

¿Sueña con empezar a cultivar sus propios productos desde la comodidad de su casa? Aquí tienes algunos consejos para aprender a montar un huerto desde cero.

1. Planifica tu huerto antes de empezar a cavar


Uno de los errores más comunes de los principiantes es plantar cualquier cosa y esperar lo mejor. En el mejor de los casos, acabarás con una distribución ineficiente y desordenada. En el peor de los casos, plantarás de tal manera que tus plantas trabajarán unas contra otras. La planificación del jardín es TAN importante cuando se empieza un huerto desde cero.


Así que, antes de hacer nada, deberás tener una idea de lo que quieres de tu huerto. Saca tu planificador de jardines y empieza a soñar. Lo primero que deberás tener en cuenta es qué cultivos puedes cultivar de forma realista en tu región y en qué época del año. Averiguar en qué zona de cultivo vives te dará una idea de las opciones que tienes.


Por ejemplo, si vives en una región del norte, cualquier cultivo que tarde 100 días o más en madurar es una apuesta. Por el contrario, los jardineros del sur pueden tener problemas con cultivos como los guisantes o los pepinos debido a su mayor vulnerabilidad al calor y la humedad. Aunque entre los dos, los jardineros del norte tienen más opciones, ya que es más fácil invernar un lecho de jardín que proteger las plantas del calor extremo.


Lo segundo que hay que tener en cuenta es qué cultivos van a utilizar realmente tú y tu familia. Por ejemplo, puede que te guste la idea de cultivar calabazas para el otoño. Pero a menos que comas mucho pastel de calabaza y sopa de calabaza, puede que no sean el uso más eficiente de tu espacio.

2. Seleccione su ubicación de cultivo de acuerdo con sus cultivos previstos


Otra razón clave por la que quieres empezar a planificar tu huerto con antelación es que eso te ayudará a seleccionar los lugares adecuados para los cultivos adecuados.


Si quieres cultivar frutas y verduras en tu nuevo jardín, la mayoría de las veces significa que buscas un lugar con pleno sol. Pleno sol significa que recibirán unas buenas cinco horas de sol al día. Las hortalizas de hoja verde y algunas hierbas tienden a crecer mejor en la sombra parcial.


Una advertencia a esta regla es para los jardineros del sur. Dado que el sol es más intenso cuanto más al sur, algunas frutas y verduras pueden beneficiarse de ser plantadas en sombra parcial. Así que recuerda tener a mano tu guía de zonas de jardinería y, si es posible, ponte en contacto con otros jardineros de tu región para que te den consejos sobre qué estrategias funcionan mejor en tu zona.

3. Organice sus nuevos arriates


Una vez que hayas decidido lo que vas a plantar, el siguiente paso es organizar tus bancales. En concreto, tienes que decidir qué tipo de parterres vas a construir y de qué tamaño.


El tamaño depende sobre todo del espacio del que dispongas y de los cultivos que vayas a cultivar. Si sólo tienes un espacio modesto con el que trabajar, puede que tengas que ser creativo. Afortunadamente, muchos cultivos, como las fresas, permiten cierta flexibilidad en cuanto a dónde y cómo cultivarlas. El tipo de arriate que construyas dependerá sobre todo de la superficie que tengas disponible.


Los bancales elevados son atractivos por varias razones. Son estéticamente atractivos, más accesibles y más fáciles de montar que los parterres hundidos. También son menos perjudiciales para el 70% de las especies de abejas que viven bajo tierra. Las camas elevadas son quizás la mejor manera de empezar un huerto desde cero.

4. Agrupa las plantas que crecen bien juntas y se complementan


Es conveniente agrupar las plantas no sólo para que tengan suficiente espacio para crecer, sino también para que los cultivos funcionen en armonía unos con otros.


La consideración más sencilla es que quieras plantas cuyos tamaños funcionen en sinergia. Por ejemplo, no querrás plantar un cultivo alto junto a otro mucho más bajo si ambos necesitan pleno sol, ya que el más alto acabará matando de hambre al más pequeño. Lo que sí puedes hacer es utilizar un cultivo alto, como el maíz o los girasoles, para dar sombra a las plantas verdes o a las hierbas aromáticas si tu jardín no tiene mucha sombra.


También deberás tener en cuenta las necesidades de agua. Si colocas juntos dos cultivos con necesidades demasiado dispares, tendrás que ahogar a uno o resecar al otro. Esfuérzate en investigar cuánta agua necesita cada cultivo cuando empieces un huerto desde cero. Cada temporada aprenderás más y más y perfeccionarás tu distribución y tus planes futuros.


Otra consideración a tener en cuenta es el tipo de cultivos de cobertura que utilizarás cuando las zonas del huerto no estén en uso. Los cultivos de cobertura, como su nombre indica, se plantan con el fin de cubrir el suelo desnudo, más que para la cosecha. Evitan la erosión del suelo, retienen la humedad y ayudan a aumentar la fertilidad del suelo. Los cultivos de cobertura se denominan a veces "abono verde", ya que enriquecen el suelo.

5. Compre tierra de calidad o analice la que ya tiene


Con las ideas en la mano, lo siguiente que tienes que hacer es evaluar la calidad del suelo de tu jardín. Realizar un análisis adecuado del suelo del jardín es la clave del éxito cuando se construye un jardín en un terreno existente.


En el caso de los bancales elevados y la jardinería en contenedores, tienes la suerte de que, por lo general, puedes omitir el análisis del suelo si optas por rellenar tu jardín con una tierra para macetas de alta calidad.


Lo que querrás saber son los niveles de pH de tu suelo, la distribución de arena, roca, arcilla y limo, la disponibilidad de nutrientes básicos y, especialmente, si hay algún contaminante tóxico en la tierra.


Algunos de estos elementos, como la presencia de rocas y arena y demás, se pueden saber con sólo mirar. Pero si necesitas saber si, por ejemplo, tu suelo contiene plomo procedente de la pintura de una casa antigua o de la escorrentía de una carretera cercana, eso puede requerir una prueba de laboratorio profesional.

6. Construya el suelo de su jardín desde cero


Ahora podemos ponernos a trabajar en la construcción del jardín. Y, al igual que en la construcción de una casa, empezamos por los cimientos. A la mayoría de las plantas les gusta una parcela de tierra profunda y bien drenada, rica en materia orgánica. La forma de conseguirlo depende de tus circunstancias.


Si empiezas con césped o malas hierbas, tendrás que ocuparte de ello. La forma más sencilla sería simplemente cortarla o labrarla en el suelo.


En cualquier caso, tendrás que alimentar el suelo para que éste pueda alimentar a su vez tus cultivos. Si estás empezando, la forma más sencilla de hacerlo es comprar compost preparado en tu centro de jardinería local. Pero aún mejor es hacer el tuyo propio.

7. Elige las semillas y los trasplantes adecuados para tu jardín


Dependiendo de los cultivos que hayas elegido, tus plantas pueden crecer mejor a partir de semillas o de trasplantes. Y en el caso de variedades específicas, como las semillas autóctonas, casi siempre tendrás que cultivar tus propios trasplantes en lugar de plantarlos directamente en la tierra.


Para los principiantes que empiezan un huerto desde cero, la forma más fácil de empezar es comprar trasplantes (plantas de semillero pequeñas) en un vivero. Si te decides por esta opción, debes tener en cuenta algunas cosas:


Busca plantas que tengan más o menos el mismo tamaño que sus macetas. Una planta grande que crezca en un recipiente de tamaño inferior probablemente tenga las raíces atadas y pueda sufrir un shock y morir cuando se trasplante.


Busque signos comunes de estrés. El marchitamiento, las hojas amarillas y los daños causados por los insectos son señales de alarma. Durante los meses de primavera y verano, muchas plantas de los viveros son susceptibles de sufrir daños por el calor, por lo que también hay que estar atento a ello.


Asegúrate de que las plantas no han sido rociadas con pesticidas u otros productos químicos perjudiciales. Animar a los polinizadores a visitar tu jardín será vital para que tus cultivos fructifiquen, así que hay que evitar todo lo que pueda desanimarlos o perjudicarlos.

8. Plante las semillas y los plantones en su jardín con cuidado


Los paquetes de semillas y los trasplantes comprados en la tienda suelen venir con instrucciones sobre cómo plantarlos. En el caso de que no vengan, o si has cultivado tus propios trasplantes, aquí tienes algunas reglas generales que debes tener en cuenta.


A menos que se indique lo contrario, la mayoría de las semillas deben plantarse a una profundidad tres veces superior a su diámetro. Aunque la mayoría necesitan estar cubiertas de tierra, hay algunas que necesitan luz solar directa para germinar.


La mayoría de los trasplantes deben plantarse a la misma profundidad a la que crecían en sus macetas originales (¡excepto los tomates!) En general, espera hasta después de la última helada prevista para plantar al aire libre mientras aprendes por primera vez, especialmente para las plantas amantes del calor como los pimientos y los tomates.

9. Preste a su jardín la atención que necesita


Después de todo este trabajo, puedes pensar que el trabajo está hecho. Pero no ha hecho más que empezar. Tu jardín necesitará un mantenimiento constante para mantenerse sano y crecer.


Tanto elriego como la alimentación de tu jardín serán responsabilidades periódicas, pero darán sus frutos al facilitar el control de las plagas. Los insectos dañinos se sienten más atraídos por las plantas que ya están débiles o estresadas. Si consigues mantener tus cultivos sanos, tus problemas de plagas deberían ser insignificantes.

Este proyecto fue traducido del inglés